viernes, 22 de febrero de 2008

Que servicio desea utilizar?

Bendito sea aquel que adquiere un servicio a su nombre y luego de un tiempo determinado desea darle de baja... Podría ser una parábola para reirse o para llorar.
Todo depende de la vivencia de cada uno. ¿A quien no le ofrecieron una tarjeta de crédito (de esas buenas, digamos v..a gold, mast....ard) que en un sobre muy prolijo con su nombre y dirección se ofrecía a usted y sus gastos con una simple llamada telefónica? ¿Quien no disfrutó de una conexión de internet con una promoción soñada, 25 pesos por mes, durante 6 meses, que luego se hicieron eternos y cuando usted quiere mudarse debe llevarse el servicio con usted porque no se lo dan de baja? ¿Quién no adquirió una línea telefónica fija, con tarifa plana y llamadas ilimitadas a un precio de película, y gracias a la hiper (inflación) cambiaron los precios y a usted ni le avisaron? mas ejemplos los conoce usted de cerca.
Resulta que usted decidió llamar a la compañia crediticia, le adjudicaron la tarjeta que usted por supuesto estrenó de inmediato comprandole a ella la licuadora de su vida o se autoregaló ese juego de pesca que tanto anhelaba...pero pasado un tiempo decidió que perdía el control de sus gastos y una vez que liquida todo lo que debe decide darle de baja a plastiquito...he aquí el comienzo de su periplo. Miles de llamados telefónicos a un 0810 que, además de salirle una fortuna, la chica que le habla en el contestador automático nunca lo transfiere con esa persona que usted quiere ubicar, que por supuesto es del "sector de bajas", y es un tipo por demás ocupado, porque no logra dar con él jamás...pasados unos días, con la yema del indice gastada de marcar los 14 números de telefono, mas los 16 dígitos de la tarjeta de crédito, más los 8 de su DNI, decide mandar un e- mail. El que le contesta le pregunta el por qué de su decisión, y al momento le invita a adherirse a un plan más acorde a su bolsillo interior del saco. Usted cansado le responde un segundo mail explicando brevemente y le agradece, pero no. Y su decisión parece firme. A los dos días su buzón tiene un sobre naranja, con un dibujo de un regalo y una segunda tarjeta de crédito que usted podrá habilitar volviendo a hacer una llamada telefónica. Indignado, llama, usted ya no sabe si es el 2 o el 5 el que tiene que marcar pero ya tiene palpitaciones, en tanto, su esposa le muestra el resúmen que acaba de llegar con los cargos de mantenimiento, impuestos y gastos de emisión, y ahi es donde deja el teléfono y sale al banco que emite las tarjetas ofrecidas. Para qué hablar de la cola que hizo por 3 horas escuchando a todos quejarse del calor y la espera, cuando podemos hablar de que conoció a mas de 25 empleados del banco en 1 hora, cuando llego su turno. Desesperado pide por favor que den de baja su tarjeta y siendo las 13.54, un señor que ya se va poniendo el saco le dice, mande una carta manuscrita, en una de esas en 3 meses la cortan, vio como es esto, el papelerio y esas cosas... y tranquilamente sale del banco, mientras usted lo mira con odio y agarra fuerte el corazón que parece que quiere ir a buscar al empleado sobrador y descortés. Entonces, ya sin ganas de más, vuelve a su casa y en un arrebato de locura en vez de encender el cigarrillo que pretende fumarse, quema su tarjeta de crédito, siente una satisfacción absoluta presintiendo que le ganó al rectangulo de 9 x 6 que lo atormentó desde hace un año. Y entonces envalentonado llega a su casa y su señora le dice querido necesito 145 pesos para pagar el mantenimiento de la tarjeta...que por supuesto ustedes no usaron, ni usarán...
Cada vez que uno quiere contratar un servicio todo esta al alcance de la mano, pero cuando se decide darles de baja, cuesta tanto pero tanto, que a veces se desiste y uno dice, bueno que voy a hacer?, pero si hay que tomar medidas recomiendo hacerlo, si ponerse un poco molesto no funciona las 2 primeras veces entonces hay lugares a los que podemos recurrir, quizá no solo ganemos la pulseada a la baja del servicio, como por ejemplo defensa del consumidor, un lugar al que concurre poca gente según las estadísticas. Hay que quejarse más, creo, la politica de quedarse a esperar que todo pase no ha resultado en el país ni en el mundo, varios grandes ejemplos de la historia lo admiten.

lunes, 18 de febrero de 2008

EL BIEN LLAMADO SINDROME DE MALCO Y EL MAL HUMOR

El mal humor se puso de moda. Si, ya no es la ropa o el auto cero, ahora la moda pasa por estar todo el día con la cara y el animo mal predispuestos. Antes, las reglas de la amenidad estaban en todos lados, usted iba al supermercado y la cajera le sonreía al darle el vuelto, o le hacía un comentario al pasar sobre el clima. Sus vecinos eran condecendientes, lo saludaban atentamente, le prestaban sus herramientas, y a veces, hasta lo invitaban para los cumpleaños de sus hijos. La empleada de la boutique, aunque pecaba de insoportable, continuamente atenta a sus pedidos preguntaba solícita, "probó?", ¿como le queda?, ¿le alcanzo otro talle? y usted sabía que aunque parecía un grano de maíz en una bolsa ella le decia: le va perfecto.
Pero ahora, en estos tiempos de ira, la cajera, por citar un ejemplo, pasa a ser un alguien que tipea con desgano los números de la caja registradora y llama con voz nasal y quejosa al supervisor. Y no obstante, nosotros insistimos...Que calor no?, nada, ni un si ni un no del otro interlocutor. Se te acabó el rollo de la máquina,jeje, hace mucho que estas trabajando? y mil preguntas inocentes más que no tienen respuesta. Ante el mal humor que demuestra nuestra cajera, desistimos y nos vamos diciendo, tipico sindrome...
Luego viene el vecino, quien antes supo ser comedido hoy es un tipo pacato y con el entrecejo lleno de arrugas, casi no se escucha cuando dice "hola" y afanado en sus pensamientos pasa toda la mañana del sábado cortando el pasto. Y si usted se acerca a preguntarle como está su vida, sale despavorido para el interior de su casa, evadiendo la pregunta. Sindrome de malco...
En la calle todo se multiplica, el mal humor empeora. Que manejamos mal es cierto, que no respetamos las reglas de conducir, es cierto, pero sumemos a nuestros problemas personales todo lo que este bendito país y sus dirigentes nos sumaron por los años de los años, inflación, deuda externa, interna, devaluación, hambre, falta de trabajo, malos salarios y sigue la lista que usted conoce, empeorando con las drogas al alcance de cualquiera que la quiera, la inseguridad que fomentamos desde nuestro código civil y penal, los adolescentes que hoy se manejan con tanta impunidad como pueden sabiendo que tendran hotel por un día en la carcel, comen y duermen y a la casa como si nada...me esta faltando más pero ya sabe usted a lo que me refiero, y todo esto sumado, hace que nos pongamos de muy mal humor y manejemos peor de lo que estamos acostumbrados. Uno maneja estresado por no saber como va a maniobrar el que tiene atras y al costado, sin pensar que el de adelante en cualquier momento clava los frenos y ahí queda uno, encima, con dos opticas menos y una taquicardia infernal, las manos sudando los nervios y el estómago en la garganta, y para que bajarse y merendar que el otro no tiene el seguro al día (si es que lo tiene), y es uno que esta peor de estresado que nosotros y encima se enoja y nos quiere golpear. Y con todo esto llegamos a casa, y claro, usted dirá: - derecho a pelear con la pareja y retar sin sentido a los chicos, y comer rápido para meterse en la cama y olvidarse el día de estres y mal humor que le toco vivir. Pero piense que mañana será un día igual al que tuvo hoy, quizá con mejores o peores vaticinios, pero al final, usted manejará apurado por llegar al trabajo, y frenará de golpe en una esquina, y discutirá con el empleado que tiene a su cargo, y no comerá nada en 10 horas, y así llegará al supermercado y no le hablará de nada a la cajera que lo ignora como a todos, y ni siquiera saludará a su vecino, pero cuando llegue a la puerta de su casa, piense dos veces antes de poner la llave en la cerradura: ahi adentro esta su familia, que en un día de terror es su único escape, juegue un poco más con sus hijos, charle de sus cosas con su pareja y relajese con la comida elaborada en casa y descanse, descanse mucho y relaje sus tensiones...mañana el día puede mejorar aunque usted y yo sabemos que seguira dominando el bien llamado sindrome de malco y mal humor.

sábado, 2 de febrero de 2008

Ansiadas vacaciones

El otro día estabamos escuchando por radio la queja de un hombre que había pagado un crucero que va de Buenos Aires a Brasil, por una conocida empresa de viajes y turismo y el último día le avisan que no llegaron los boletos y no tenían camarote por lo que se anulaba el viaje. Si dejamos de lado si le reintegran o no el dinero que pagaron por adelantado en julio del 2007, uno a veces no puede reprogramar las vacaciones que le dan en el trabajo y terminan pasando los 10 dias en el patio de la casa con una manguera para referscarse. Se puede actuar asi como asi y jugar con el descanso anual de la gente?